Jonathan Neal Grant se enlistó en el ejército de Estados Unidos des de 2007, en marzo de 2017, y mientras iba a dar asistencia médica a un incendio que ocurría en el centro de Raleigh, Carolina del Norte, Jon, como cariñosamente le dicen sus amigos, sufrió un estrepitoso accidente automovilístico que le provocó una lesión cerebral traumática (lesión axonal difusa) que le hizo caer en estado de coma.
Tras su estadía en el hospital, Jon quedó prácticamente tetraplejíco y debió utilizar silla de ruedas. A sus 36 años Jon enfrentaría una retante lucha por recuperar su movilidad, pero tenía un formidable aliado, su esposa Laura Browning Grant, entrenadora de pilates durante 15 años.
Laura comenta que el shock le duró mucho, que a veces dormía pensando que al otro día él despertaría y todo seguiría igual, pero no eras cierto, la verdar era que Jon era dependiente 100%. Entonces Laura decidió actuar, aprovechando su carrera cómo entrenadora y dueña de un gimnasio, comenzó por dar masajes todas las noches a los pies de Jon, y es que por ahí se comienza y se va subiendo, dice la motivadora entrenadora.
Jon ha recuperado algunos movimientos, esto gracias a la técnica de las terapias de su esposa, quien dice que a ella aprendió la “conciencia” de su cuerpo a través de los pilates, y que eso mismo le permitió ayudar a su esposo.
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Laura refiere que hubo muchos mensajes negativos tras el accidente, pero que la ideología militar de su esposo les ayudó. La esposa de Jon dice que se ha deprimido, pero cuando sucede, ella sale a correr y trata de pasar un tiempo con ella misma, dice que debe recordar que Dios tiene un plan, y que en el viaje que hacen con su pareja, es Dios quien tiene el control.
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Redacción/Diseño
Ana González
ASODISPRO
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